viernes, 28 de marzo de 2008

Crónica poesía en los bares.

Todos sospechábamos que Ramón estaba loco. Y el sábado día 23 lo confirmamos. Está loco de verdad. Es decir, que es capaz de hacer de su mundo imaginario una realidad. Pero una realidad tangible, que todos pudimos ver y todos pudimos disfrutar. Se celebró ese día el Poesía en los Bares II, Tributo a David González. Y una vez más Ramón se salió y una vez más los amigos de Ramón, los poetas nos dieron a todos una lección de buenhacer, de humanidad y hasta de poesía.
Comenzó la velada con unas palabras de Ramón presentando el acto. Después actuó el colectivo La Vida Rima. No sabemos con qué rima la vida, pero sus poemas no rimaban. Además fueron un poco iguales y un poco largo todo, pero el público fue inasequible al desaliento y continuó allí oyendo en silencio, todo el que puede haber en un bar. Y los aplausos se seguían.
Cuando Ana Pérez Cañamares (busquen sus libros, son difíciles de encontrar y más si ella no se hace buen marketing, pero merecen la pena) y Ramón subieron al escenario la noche subió de intensidad. El tributo a David González comenzó realmente y todos lo agradecimos. Ana destila poesía en todas sus intervenciones y esa noche no defraudó. Ramón es todo voluntad, es todo trabajo, y lo demostró en su poesía también.
Más poetas fueron viniendo: Javier Das, Víktor Gómez, Adolfo González y todos cumplieron con su oficio, piedra con piedra, pluma con pluma. No queremos citarlos a todos porque siempre se nos va a olvidar alguno. El sistema mejoró mucho. Tres poemas por poeta. Intervenciones cortas, un poema tú otro yo. Hubo hasta algún arranque de humor.
Después Luna leyó dos cartas, una de Antonio Gamoneda (premio Cervantes) y de Kutxi Romero (cantante de Marea). David se emocionó. Todos nos emocionamos. La noche iba subiendo en intensidad emocional. Todo se iba haciendo bonito.
Hasta que llegó David González. David es un poeta, pero no un poeta de lo bello. Es un poeta de la rabia, de lo duro, de lo fuerte. Y se notó. Hasta el micro se cortaba cuando acentuaba las frases. Y pese a esa piel dura de David tuvo un recuerdo emotivo para su hermano, para nuestro Ramón. “Poesía eres tú, que no la escribes, que la haces, que la vives día a día. Gracias hermano”. No son palabras exactas, pero es más o menos lo que dijo.
El Tributo terminó con la actuación de David. Una gran ovación lo cubrió todo. Los dormidos despertaron y todos fuimos más felices pues pudimos ya gritar, felicitarnos, besarnos, chocar las manos. David recibió parabienes y Ramón también. Ambos lo merecían por su humanidad. Por su cercanía. Porque fuera quién fuera a darles la chapa ellos aguantaban.
¿Peros? Nadie del Ayuntamiento acudió a la convocatoria. ¿Sorpresas? Varios profesores del Instituto Juan de Padilla nos acompañaron esa noche.
Creatura dejó el pabellón bien alto con Armando y con Leticia que en su primera aparición ante un micro no desfalleció y supo dar énfasis a sus versos. ¿Agradecimientos? A Patxi (Luis Alberto Marcel) que ambientó la velada con su guitarra. Y Maluca por su cortesía y su hospitalidad.Y la noche se fue diluyendo en poesía, mientras los poetas volvían a sus camas.