lunes, 9 de julio de 2007

Mansamente

La concejalía de cultura del pueblo donde vivo, Torrejón de la Calzada, organizó un concurso de poesía local. No lo gané, por supuesto, aunque resulté premiado junto a otros seis. He aquí alguno de esos poemas.

Como ya no tomo lexatín, me cuesta mucho dormir. En esos ratos sin sueño pienso a veces en ti. Pienso en lo inconveniente de amarte y en otras inconveniencias paralelas y asociadas a ese amor. Pienso también en tus pechos.
Y en que el lexatín me adormecía dulcemente.


Querría hacerte tres o cuatro preguntas, creo que no me harán falta más, sobre tu vida, el mundo y cómo llegar hasta tu casa. De todas la importante es la última, porque sin ella no podré llegar a tu puerta y quedarme allí un rato pensando si llamo o si me vuelvo a casa.

En las tardes, a eso de las ocho, y muchas veces antes, la ausencia de lexatín y tal vez la tuya se me agarra al corazón y me lo agita como tu pelo al bailar. Y no sé si es al lexatín o a ti a lo que más echo de menos, aunque entiendo que con él tu ausencia era casi insignificante.

Te me vas enredando en los pensamientos como se enredaría mi mano en tu pelo tan rizado. Te apareces asociada a ideas que nada tienen que ver contigo: comida, agua, olor a ropa limpia.
No entiendo bien cómo o qué pienso, pero me gusta el olor a ropa limpia.

No hay comentarios: